PRIMERA DECLARACIÓN DE LA REGIÓN OTOMÍ-TEPEHUA
Hidalgo San Bartolo Tutotepec
En la comunidad de San Miguel
A 24 de noviembre del 2007
En la comunidad de San Miguel
A 24 de noviembre del 2007
En las entrañas de la sierra
otomí tepehua, en el municipio de San Bartolo Tutotepec, Hidalgo, donde el
conquistador Hernán Cortes conoció la dignidad y el carácter indómito de sus
pobladores originarios que se levantaron en armas contra el maltrato y la opresión
que ejercía el enviado a la región Cristóbal de Tapia. Y en el marco del primer
encuentro de los pueblos y comunidades que tiene lugar este 24 de noviembre en
la comunidad de San Miguel, nace este mensaje dirigido al pueblo de México y a
nuestros hermanos indígenas, con quienes compartimos más de 500 años de
resistencia.
Emitimos esta primera declaración porque nos cansamos de vivir en el olvido, porque en nuestra sangre aun circula el agravio del sometimiento colonial y porque queremos que se sepa del dolor que acompaña a nuestras madres y de la esperanza que abriga a nuestros hijos.
El dolor que nos acompaña nace del abandono en que se encuentran nuestras comunidades; nace del beso con el que despedimos a los seres queridos, hijos, padres, hermanos y hermanas, que caminan al otro lado de la frontera para buscar lo que no pudieron encontrar en nuestra tierra y del beso con el cual los despedimos, al sepultar sus restos en la tierra que los vio nacer. Entre rezos cantos y lágrimas nos preguntamos ¿por qué tiene que ser así?
Nace de la soledad que acompaña a nuestras madres, a nuestros abuelos y abuelas cuando entre la tierra las plantas y los animales recuerdan que un día estuvieron todos juntos.
Nace del desencanto y la tristeza de ver y sentir que el producto de nuestro trabajo no vale lo que necesitan nuestros hijos y esposas para ofrecerles una vida digna con alimentación, salud, vivienda y educación.
Nace del llanto solitario que entre la niebla y la oscuridad de la noche anuncia la llegada de otro hijo del pueblo, de uno más de nosotros que seguirá el camino....... La brecha que nosotros Abramos.
Nace de los pies que en su andar, recorriendo los senderos de la sierra son testigos del peso que cargan nuestras madres sobre sus espaldas para llevar la leña que nos abrigue con su calor en casa; para llevar el alimento que nutra a nuestros hijos; de los pies que nunca llegaron a San Bartolo urgidos por salvar la vida de alguno de nosotros porque no habían caminos ni brechas que atajaran el tiempo de la angustia y la agonía.
Nace del recuerdo y de la memoria, por ella sabemos que lo que hoy no es nuestro, antes lo fue, cuando el que gobernaba lo hacia como uno mas entre los pobres y no para robar y quedarse con lo que no es suyo, con el fruto de nuestro trabajo y con los impuestos que pagamos, para robarnos y quitarnos lo ultimo que nos queda....... ¡la dignidad ¡
Nace del engaño que ofrece un bulto de cemento a cambio del corazón y la conciencia, a cambio de un voto que nos represente para seguir siempre olvidados.
A diferencia del rico que tiene su esperanza comprada por el dinero el pobre tiene que construir la suya con la unidad y la organización.
A diferencia del rico que manda sus hijos a estudiar al extranjero, el pobre lo manda a trabajar.
A diferencia del rico que con dinero compra, quita y pone gobernadores, presidentes municipales y hasta presidentes de la república, el pobre solo se tiene a si mismo a su vecino y a su familia.
Hoy sabemos que el pobre no debe sentir y pensar como el rico, no puede tener la esperanza del rico por que no vive como él. Ya aprendimos que el pobre debe sentir y pensar como lo que es, como trabajador, como gente sencilla del campo y la ciudad que conoce valores y aspiraciones que el rico nunca conocerá.
Una
de ellas es el valor y la necesidad de ayudarse unos a otros, el valor de la
unidad por que solo juntos podremos recobrar la dignidad y recuperar lo que hoy
no tenemos para nuestros hijos y familias: salud, vivienda, educación y respeto
a nuestro origen indígena; solo unidos podremos ver de nuevo el sol sin cerrar
los ojos y abrirlos cuando de nuevo nos alcance la oscuridad.
El reloj de la región otomí tepehua marca la hora de la unidad, es la hora de que caminemos juntos por los senderos de la sierra en busca de la libertad, la justicia y la dignidad. Este sentimiento jamás lo conocerá el rico y el mal gobierno, por que ellos solo reconocen el valor del dinero y la explotación.
Nos aprestamos a luchar por vivienda, salud y educación; queremos caminos y precios justos para nuestros productos; queremos respeto, que se nos escuche y no ser nunca mas olvidados, para eso nos reunimos, este 24 de noviembre en la posteridad de un aniversario mas de la Revolución Mexicana, para unirnos y organizarnos en este primer encuentro de la región otomí tepehua.
Somos pueblos amantes de la paz y queremos preservarla, pero no a costa de la justicia y la libertad suprimida por, el olvido y la pobreza en que viven nuestras comunidades.
Nuestras comunidades están urgidas de un programa integral de desarrollo, que año con año sea financiado por el gobierno estatal, federal y municipal con una remesa de recursos suficientes para atender las necesidades de nuestras comunidades.
Necesitamos un desarrollo sustentable, consistente y permanente a partir de la producción de café, panela, maíz y otros productos que se elaboran, siembran y cosechan en nuestras comunidades.
Requerimos apoyo con capacitación, en máquinas y equipo para los distintos tipos de producción que se desarrollan y florecen en nuestra tierra; necesitamos mejores caminos, luz, agua y todo tipo de servicios que faciliten el trabajo y el esfuerzo que consumen nuestras vidas.
Estamos convencidos de que el desarrollo productivo de la región debe planearse de manera que no se lastime nuestra principal fuente de riqueza por lo que se debe aprovechar todas las fuentes naturales de vida sin que sean sometidas a una explotación que las acabe y nos deje más pobre de lo que somos.
Un programa integral de desarrollo para la región otomí tepehua requiere la participación directa de las comunidades para que nuestra opinión y sentir sean tomadas en cuenta tanto en la cantidad de recursos que se deben destinar como del tipo de recursos que se deben recibir.
Un programa integral de desarrollo para la región otomí tepehua debe permitir que las comunidades mejoren sus viviendas, escuelas, centros de salud y todos los servicios que necesitamos para recuperar el lugar que con justo derecho debemos tener en nuestro país, respetando nuestras costumbres y tradiciones; preservando la identidad cultural y originaria de los pueblos que la habitamos.
El programa integral de desarrollo al que aspiramos debe facilitar el acceso de nuestros pueblos a las distintas entidades de la república con fines culturales, técnicos-científicos, comerciales ó productivos, todo lo anterior con becas y apoyos para transporte e información acerca de las riquezas con las que cuenta la nación.
El programa integral de desarrollo al que aspiramos no se puede realizar si el gobierno nos sigue tratando como ciudadanos de segunda, y no respeta los convenios internacionales relativos a los derechos indígenas y los acuerdos de San Andrés Larrainzar presentados en el Congreso de la Unión.
El desarrollo integral de nuestras comunidades reclama también que se garanticen precios justos para los productos de la región y se ponga fin de una vez por todas a la práctica del coyotaje.
Un programa integral de desarrollo no se puede impulsar si el gobierno sigue con su política de exportar mano de obra barata y no se protege a nuestros compatriotas en los Estados Unidos y sobre todo sino se generan y preservan las fuentes de trabajo en las comunidades de la región.
El programa integral de desarrollo que reclamamos debe ser el resultado de un acuerdo social y político entre el gobierno y las comunidades unidas y organizadas.
No podemos ni estamos dispuestos seguir esperando que sea la buena voluntad del gobierno o los partidos políticos la que resuelva nuestros problemas hoy empezamos a valernos por nosotros mismos, a recuperar el camino que nos legaron los héroes que durante la Independencia nos dieron patria como Morelos e Hidalgo y los que durante la Revolución nos dieron tierra como Emiliano Zapata y Francisco Villa.
!!! Viva el Primer
Encuentro de Comunidades de la Región Otomí-Tepehua ¡¡¡
!!! Viva el Primer Encuentro de Comunidades de la Región Otomí-Tepehua ¡¡¡
!!! Viva el Primer Encuentro de Comunidades de la Región Otomí-Tepehua ¡¡¡
VIDEO SOBRE LA BRIGADA RURAL MULTIDISCIPLINARIA:
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