Se presenta uno de los acápites del panfleto de nuestra autoría (todavía en proceso de elaboración) “MEL PARA PRINCIPANTES, EN TIEMPOS DEL AZUFRE” que se presentará a la Coordinación Nacional de la Convergencia Contra el Continuismo en la Asamblea de Marzo 2, 2019 (Siguatepeque) como contribución al análisis de coyuntura que debe elaborarse desde esta instancia. Este acápite se sustenta en el artículo ¿Quién Gobierna hoy en EEUU? ¿Trump o Pence-Pompeo.Bolton? ¿Cómo analizar la situación de Venezuela? Toda crítica, por cáustica que sea, será bien recibida.
Ruy Díaz²
EEUU: VENEZUELA.
Hacia finales de 2017, el presidente yanqui Donald Trump se opuso a toda acción de desestabilización en Venezuela, incluso bloqueó la intentona de su canciller Tillerson/JPMorgan de avanzar con su estrategia de “solución” militar para la península de Corea, para luego destituir al alfil del continentalismo (nacionalismo) financiero estadounidense, facilitar los acuerdos de paz entre Corea del Sur y Corea del Norte y luego poner en su lugar a Mike Pompeo. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019).
Ahora en Febrero, 2019, según Dierckxsens y Formento (Febrero, 2019) Pence, Pompeo, Bolton y Rubio aparecen nuevamente en escena imponiendo su iniciativa para actuar contra la República Bolivariana de Venezuela. Trump parece haber sido subordinado por tal iniciativa sometiéndose a las ambiciones del Estado Profundo Continentalista (Nacionalista) Republicano (Tea-Party).
En su estrategia los Continentalistas (Nacionalistas) necesitan subordinar a los gobiernos de los países de la Cuenca del Caribe, que contiene las más grandes reservas mundiales de petróleo y gas a fin de salvar el estatus de moneda internacional de reserva del dólar (al menos para el hemisferio occidental). En este contexto es que Trump aparece cediendo ante la iniciativa del Tea Party continentalista y “dejando hacer” al vicepresidente Mike Pence y al senador Marco Rubio en la operación de desestabilización contra Venezuela que es el modo como se instrumenta la movida y la cobertura para tal acción injerencista. .(Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019). Es más, da la impresión que el Estado Profundo republicano (nacionalista) y demócrata (globalista) se unieron en torno al ´Caso de Venezuela´. Basta ver la agresiva campaña contra Venezuela de los grandes medios de comunicación (CNN, Deutsche Welle, BBC, etc.) para dejar en claro que los globalistas están de lleno en este proyecto.
Para el capital financiero continentalista (nacionalista) estadounidense, con sus empresas petroleras y su complejo industrial y militar, es fundamental no perder esta batalla y dará pelea para que el petro-dólar siga reinando como moneda de reserva internacional al menos en el hemisferio occidental (argumento continentalista) y que no se consolide la estrategia de poder multipolar emergente (argumento globalista).
De este contexto proviene la decisión de la oligarquía continentalista (nacionalista) estadounidense de acelerar los plazos para imponer la iniciativa para derrocar al legitimo gobierno venezolano y apoderarse de su riqueza petrolera, ahora necesaria ya no como fuente de energía para EEUU sino, sobre todo, como instrumento estratégico de control sobre el mercado energético mundial en su lucha contra Rusia y China. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019)
A los globalistas no les inquieta la caída del dólar, su preocupación principal es detener la avanzada de la Nueva Formación Social que se desarrolla en el Oriente a partir del proyecto de las Nuevas Rutas de Seda impulsadas por China, Rusia y los países de Eurasia y cortar sus tentáculos en América Latina. Para ellos el futuro de la globalización se decide en Venezuela.
Para Dierckxsens y Formento (Febrero, 2019) EEUU está perdiendo la capacidad de imponer el petrodólar como moneda de cambio y el dólar (Bonos del Tesoro) como moneda de reserva mundial, al perder el control sobre el mercado energético petrolero en Medio Oriente, donde Rusia emerge a nivel mundial como el mayor productor de energía fósil y China como su principal consumidor.
Dierckxsens y Formento (Febrero, 2019) recuerda que Venezuela en Marzo, 2018 decidió establecer los precios de venta del petróleo ya no en dólares estadounidenses, sino en la moneda de su principal comprador, los petro-yuan-oro chinos. Esta movida lo que hace es poner de manifiesto la nueva realidad económica mundial de cambio del centro de gravedad económico del occidente anglosajón estadounidense-británico al Asia Pacífico. Pero también pone de manifiesto que se ha iniciado la batalla por la nueva moneda de reserva mundial, lo cual pone en peligro el exorbitante poder que los petrodólares a escala global desde 1973 hasta hoy.
Trump acabó por retroceder ante los halcones y admitió que la retirada estadounidense de Siria que había anunciado antes será más larga que lo previsto inicialmente, mientras en Enero 22, 2019 el Partido Demócrata adoptó en la Cámara de Representantes una ley que prohíbe al presidente Trump sacar a EEUU de la OTAN. Al mismo tiempo, el consejero para la seguridad nacional, John Bolton, construía una internacional terrorista contra Irán, El secretario de Estado Mike Pompeo publicaba una declaración contra Venezuela, dando con ello a Juan Guaidó la señal para que se autoproclamara presidente interino. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019).
De esta manera, en Enero, 26, Mike Pompeo anuncia que otro neoconservador continentalista Elliott Abrams, veterano especialista en SANGRIENTAS “operaciones especiales” de injerencia y desestabilización como en los casos Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala (Remember Iran contras) ES su enviado especial para Venezuela.. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019).
Se intenta crear una situación de doble poder institucional en el gobierno de Venezuela como tendencia, auspiciado y sostenido no por la soberanía popular electoral del voto del pueblo venezolano sino desde un centro alternativo de decisión con punto central de apoyo en el continentalistas neoconservador Mike Pence, vicepresidente del gobierno de EEUU. De este modo, se apertura en Venezuela la vía para al “caos controlado”, la “caída” del gobierno, la erosión de las capacidades del ejercicio soberanía del Estado venezolano y principalmente el control de todas las riquezas naturales estratégicas de Venezuela y de la Cuenca del Caribe. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019)
El objetivo de la estrategia continentalista (nacionalista) estadounidense, con Pence-Pompeo-Bolton, es quedarse con el control del Petróleo de Venezuela. Mientras tanto, los globalistas pretenden destruir la economía venezolana y dejar “fuera de juego” a las petroleras Chinas y Rusas y sus grandes inversiones realizadas en la economía real de la Venezuela desde 2010 y golpear, con ello, la estrategia de multipolarismo BRICS. De allí que en el caso venezolano ambas fuerzas 8globalistas y nacionalsitas) coincidan peligrosamente en una interension militar en Venezuela.
Para la estrategia del continentalismo (nacionalismo) norteamericano es clave consolidar su posición dominando los recursos energéticos de la Cuenca del Caribe y de la Cuenca del Medio Oriente, que estratégicamente necesitan China, Rusia y la India. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019). Teniendo además por objetivo asegurar la Cuenca de los grandes recursos de proteínas vegetales, animales y alimenticias que se generan en esta pampa húmeda que va desde Argentina a Brasil pasando por Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Los Gobiernos de Argentina y Brasil, fuertemente respaldados por los grupos financieros locales, son débiles frente a Washington, pero también obtienen sus principales ingresos económicos por el comercio que realizan con China, India y Rusia. Por lo cual si China, Rusia, India pierden sus posiciones en Sudamérica no solo se debilitan estratégicamente por la pérdida del acceso al Petróleo sino también por la pérdida del acceso a los alimentos para sus Pueblo y para sus animales. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019).
El objetivo principal de EEUU, según Dierckxsens y Formento (Febrero, 2019) es derrocar en la Cuenca del Caribe la doctrina Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de las estructuras estatales en los países de la región para subordinarlas definitivamente a la estructura-estatal del continentalismo de Washington. Eso exige, ciertamente, la eliminación de Nicolás Maduro.
La guerra neo colonial del siglo XXI es cada vez más una guerra militar-irregular y financiera-irregular a través de la Secretaría del Tesoro de EEUU y el Comando Sur, estrangulando los países como hoy está haciendo no solo a Venezuela. También a Irán que es otra amenaza junto con China y Rusia para el imperio del dólar. Aunque la Reserva Federal con su política de retorno a la expansión monetaria podrá dar cierto tiempo de vida al dólar como moneda de reserva internacional, esta no podrá detener el colapso bursátil por mucho tiempo y con ello tampoco el colapso del dólar. (Dierckxsens y Formento, Febrero, 2019).
Habiendo mostrado su determinación con el eje central de su política anti-globalista aparentemente resignado a un mundo multipolar (Rusia China e EEUU a la cabeza) no se descarta que Trump pueda dar un viraje a la política con Venezuela y reemplazar uno(s) de sus halcones en el gobierno. Previendo ello, se han exacerbado las tensiones para el impeachment.
Es así como, mientras Febrero (22-23), 2019 es estratégico para Venezuela (Dos Conciertos, Dos Fronteras, Dos Ideologías, Un Puente, Un Objetivo: Invasión) Febrero (27-28) 2019 será estratégico para Trump (Dos ideologías, Dos Coreas, Un Viet Nam, Un Objetivo: Impeachment).
En EEUU a finales de Febrero, 2019 estarán contándole las costillas al presidente yanqui producto de las pesquisas sobre la posible connivencia entre Rusia y Donald Trump en la injerencia electoral de 2016 con el objetivo de favorecer la victoria del republicano, y aparentemente se aprovechará su ausencia para que el nuevo fiscal general, William Barr, envie un documento resumen del informe del fiscal especial Robert Mueller al Congreso.
Finalmente, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova expresó su apoyo a los objetivos declarados por los participantes del Mecanismo de Montevideo, integrado por México, Uruguay, Bolivia y los países de la Comunidad del Caribe (Caricom).
